Me morí (es)
No se exactamente cuando me hartó, tampoco se si me hartó para siempre o es el olor a melancolía que tiene el feed hoy por hoy; pero muy de a poco y sin darnos cuenta del todo, los recuerdos de las redes sociales se convirtieron en una foto tan frecuente como la del día a día. Estamos atadxs a todo tipo de bombardeo de lo que ya pasó: desde un logro o pérdida (¿no son lo mismo a veces?), una foto vieja que nos gusta como salimos y no tenemos una mejor hoy, o un gol que cumple 27 años (raras esas fechas que no son redondas). Lo particular es que casi siempre tienen un tinte no escrito pero melanco del tipo: en ese momento estaba así, en tal lugar, o logré tal cosa. Entonces la pregunta por como estoy hoy pasa a ser tácitamente horrenda en comparación. Que cosa más extraña y esquiva es vivir de los recuerdos. Yo creo que sería mejor si los pensáramos como una especie de cajonera cerebral donde podamos ir a buscar la ropa de invierno si necesitamos un poco de abrigo, o un...