Another One Bites The T.O.C.

Voy a sentirme libre de verdad el día que escriba una palabra con el teclado de la compu o celu y al tipear mal una letra no necesite borrar toda la palabra y escribirla de nuevo; por pensar que de esa exagerada corrección depende que me vaya bien o mal en lo que desee puntualmente en ese momento de mi vida. 


Soy un esclavo absoluto de algunas rutinas que guardo en secreto, todas super diminutas y estúpidas; cuya pequeñez es absolutamente opuesta al desastre que temo que generarían en mi vida de no cumplirlas. 
Y el momento más insoportable no es el de cumplir con esos auto mandatos ridículos, sino el momento en el cual se fija en mi una nueva rutina. 
Como cuando salí tres veces seguidas con mi bici por el portón de la derecha del edificio (hay dos) y a la cuarta me di cuenta de esa repetición. En ese instante supe que ese iba a ser mi nuevo tormento, al tener que repetirlo, pase lo que pase, hasta la nueva fijación que aparezca. 

Es un poco divertido también, tristemente divertido obvio. 
Supongamos que estoy saliendo y el encargado del edificio está con el portón izquierdo abierto de par en par. Claramente y sin explicación lógica me voy a ir balbuceando alguna cosa inentendible (lo único bueno de usar barbijo) por el de la derecha. 
Y mientras me voy, me consuelo pensando que es mejor quedar como un tarado a que se me arruine la vida por ser amable y aceptar su ofrecimiento de salida, yendo en contra de lo que establece mi mambo de turno. 
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Lcdll. Que imbancables son las moralejas, porque también se me ocurre que el encargado en la puerta quizá sea simbólicamente la parte sana de cada unx, mostrando una salida simple, cercana y frente a nuestros ojos; pero que trae consigo el desafío de romper con las cadenas (en forma de rutinas inconfesables) a las cuales nos aferramos y les atribuimos nuestros destinos. 

Mañana me la juego y tiro una moneda a ver por cual portón salgo. 
¿El azar clasifica como tomar una decisión?. 



                                              

   




       La playera por la derecha y las rutinas inconfesables A.K.A.  “Another one bites the T.O.C.”



Comentarios

  1. Muy bueno. Bienvenido!!!.
    En el medio de esos tormentos te dejo dos aportes que quizás colaboren: 1) busca el concepto de impermanencia; 2) Medita (hay una aplicación muy linda que se llama Meditopia. Tiene bastantes meditaciones gratuitas y muchas otras pagas claro. Con las gratuitas vas bien). Abrazo.

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  2. Same, Yo lo combato haciendo todo lo contrario a lo que mi toc me reclama cuando estoy un poco entera. Y cuando estoy un poco rota me dejo llevar por él, pues me transmite paz. #Todomuynormal.

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  3. Vivimos presos de rutinas interminables, conscientes, inconscientes, terrenales, metafísicas... Y en muchos momentos hacemos cosas sin saber por qué. Pero en cada acción seguramente x más banal q sea, encontramos lo q nos define a nivel personalidad, curiosidades, etc, y las marcas q nos va dejando nuestro andar en este mundo fisico. Seguramente tus inquietudes no sean exactamente las mismas q en otras personas, y seguramente tmb tengan puntos en común con otras X. Muchas veces el pensar excesivamente en cada detalle termina ahogandonos y no nos permite disfrutar de las cosas más simples. Cuando más piro generalmente es x exceso de pensar todo y repasar detalles y más detalles. Lo único q siempre me bajó es y será la musica, ya sea frente al piano o con la viola, pero ese es mi momento de aislamiento de todos los problemas. Abrazo Guido!

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